miércoles, 13 de julio de 2016

(Aún) Te amo. 16 Feb, 2016

Te amo cada día,
 No sé si de la manera en la que quieres ser amado,
Si como pensaste ser amado,
Pero me da miedo el no intentarlo.

Te amo porque así me siento bien,
Porque me gusta hacerte bien,
Y por el simple hecho de que puedo hacerlo.

Te amo y por eso no quiero dejarte,
Pero no quiero forzarte.

Te amo como nadie se ha atrevido a hacerlo,
Te amo con tus locuras, con tu malhumor
Y con tus sonrisas obligadas.

Realmente nunca supe si me amabas de la misma manera.
No supe sí aún pensabas en ella, pero tu cuerpo,
oh cariño, tu cuerpo sólo quería estar libre.

Libre de mi y de mis caprichos,
de mis arranques de locura,
del malhumor que me acecha cada día,
libre para que pudiera curar sus heridas.

Porque entre tanto amor, mi egoísmo crecía,
porque entre tanto dolor, creí que me pertenecías...

Tan sólo quería hacerte bien,
hacerte sonreír todos los días,
pero la realidad era otra, era aún más dolorosa.

No te miento, te he esperado desde hace tiempo,
pero temo que seguiré haciéndolo.

Por mucho tiempo...

Hasta que pueda aceptar que no seré tuya nunca más.


18 Oct, 2015.

Espectador.

Me pregunto quien soy al verte.
También que reflejo ante esos
ojos callados como dos estrellas
que esperan el momento para brillar
en los espacios que el tiempo les
regala y no lo saben.

 Se me hace arduo el analizarte
a diario, pero es dulce ser
atrapado por esa red de incertidumbre
que te arropa y deshoja lentamente, a veces
sin un final feliz.

 Acepto que me encanta mirarte,
pues soy bueno haciéndolo,
e imagino la mejor versión de ti
en las cosas que haces. En el
vaivén de tu cuerpo por los espacios
del viento, en tu risa entre la gente,
con el estilo de un alma libre
pero insegura a la vez.

 Pareces una criatura nocturna,
paciente y expectante, a la
espera de lo increíble y con el
ticket de lo fantástico en las manos.
Te aburren los sueños de soñadores comunes y
aún no sabes el deleite que es verte
callar un sueño y hasta una sonrisa.

 Aunque no lo creas, tu silencio
me dice mas que tus palabras, y redacto en mi
mente la historia que puedas esconder;
me resulta atractiva la idea y hasta hipnotizante.
Y es que eres un deleite, tan dulce y tan fría,
con gestos y manías que le hacen cosquillas
al pecho; lo admito.

 Juro no hay truco detrás de estas letras,
que nacieron y quien sabe donde irán, quizás
un baúl de sangre o uno de madera y olvido.
Diré que solo me gusta lo que hago al ver
como juegas con la vida, y sonreír callado frente a ese
escenario, sin que tu lo sepas.


Un escrito que me ha sacado más de una sonrisa. Recuerdos de un amigo. Gracias por esta hermosa percepción.