miércoles, 13 de julio de 2016

18 Oct, 2015.

Espectador.

Me pregunto quien soy al verte.
También que reflejo ante esos
ojos callados como dos estrellas
que esperan el momento para brillar
en los espacios que el tiempo les
regala y no lo saben.

 Se me hace arduo el analizarte
a diario, pero es dulce ser
atrapado por esa red de incertidumbre
que te arropa y deshoja lentamente, a veces
sin un final feliz.

 Acepto que me encanta mirarte,
pues soy bueno haciéndolo,
e imagino la mejor versión de ti
en las cosas que haces. En el
vaivén de tu cuerpo por los espacios
del viento, en tu risa entre la gente,
con el estilo de un alma libre
pero insegura a la vez.

 Pareces una criatura nocturna,
paciente y expectante, a la
espera de lo increíble y con el
ticket de lo fantástico en las manos.
Te aburren los sueños de soñadores comunes y
aún no sabes el deleite que es verte
callar un sueño y hasta una sonrisa.

 Aunque no lo creas, tu silencio
me dice mas que tus palabras, y redacto en mi
mente la historia que puedas esconder;
me resulta atractiva la idea y hasta hipnotizante.
Y es que eres un deleite, tan dulce y tan fría,
con gestos y manías que le hacen cosquillas
al pecho; lo admito.

 Juro no hay truco detrás de estas letras,
que nacieron y quien sabe donde irán, quizás
un baúl de sangre o uno de madera y olvido.
Diré que solo me gusta lo que hago al ver
como juegas con la vida, y sonreír callado frente a ese
escenario, sin que tu lo sepas.


Un escrito que me ha sacado más de una sonrisa. Recuerdos de un amigo. Gracias por esta hermosa percepción.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario