jueves, 15 de octubre de 2015

Vamos de subida.

Cuán hermoso es tomar un viaje,
De esos en los que no sabes a donde llegarás.

Hace un par de años estaba en una motocicleta,
Íbamos de subida...
Amé la sensación de libertad,
Aquella brisa en mi rostro,
Sentía que podía ser quien quisiera, y estaría bien.

O no ser nadie,
Y también estaría bien.

Intenté conseguir alguna experiencia para describir el momento,
Pero preferí no hacerlo para mantenerlo único.

Fui feliz...
Hasta que llegó el momento de bajar.

Estaba tan asustada, 
No tenía nada de seguridad
Exceptuando mis brazos alrededor de tu torso,
Mi rostro escondido detrás de tu hombro,
Y un pequeño casco,
El cual intentó luchar contra la brisa por permanecer en mi cabeza.

Estaba asustada, y a pesar de no tener seguridad,
Me sentí tan segura, porque tú ibas al volante.
Seguridad que no sabía que pronto se iría.

Recuerdo haber sentido que volaba,
De la buena manera, ya saben
No hablo de drogas.
 
Y a medida que íbamos más rápido, más lejos, 
Mayor era la libertad.
Me encantó sentir la sensación de vacío en mi estómago,
Mis mejillas congeladas.



Y mi corazón,
El cual nunca había latido tan rápido...
Hasta éste momento.

Hasta que apareciste de nuevo,
Con otro disfraz,
Con otra sonrisa,
Y con vida.

Por favor,
Esta vez quedémonos en la cima.

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